Ser eficientes es algo que debe trabajarse diariamente, sobretodo que actualmente tenemos muchisimos distractores cerca que influyen en que no podamos desarrollarnos como deberíamos.
Es por esta razón que las empresas y cada colaborador deben enfocarse en desarrollar ténicas y métodos para que todos los miembros del equipo se enfoquen en sus objetivos diarios.
Conozcamos algunos factores en los que tenemos que trabajar para mejorar la eficiciencia:
Pérdidas de tiempo: para conseguir aumentar la eficacia, hay que identificar dónde está perdiendo el tiempo. Tiene que realizar un auto-análisis, esto no es sencillo, pero para poder poner solución hay que identificar el problema. ¿Dónde pierde el tiempo? ¿Qué le distrae y absorbe? ¿Qué hace que pierda el foco? Aquí talvez apareceran las redes sociales, el celular, etc. Muchas veces nos pasamos horas de horas viendo cosas que al final no es nuestro objetivo mientras estamos laborando y hace que dejemos lo importante para después.
Tareas pendientes: otro de los puntos básicos para ser más efectivo y eficaz en el trabajo es saber qué hay que hacer. Esto atiende al principio básico de “si no sabe dónde tiene que ir, es imposible que pueda marcar el camino”. Cree una rutina saludable de trabajo, al principio o al final del, planifique con una lista de las tareas. Así empezará con el foco en lo que tienes que hacer. Esta hoja de ruta es fundamental para marcarte unos objetivos de rendimiento y fluir en el día.
Delegar, esa gran acción responsable: a todos nos cuesta y aunque parezca mentira, cuanta más responsabilidad tenemos en nuestros trabajos, más difícil es esto de delegar. Nos gusta creer que “si no lo hacemos nosotros”, no sale adelante con la misma calidad, o en los tiempos óptimos,… El resultado de esta falsa creencia es que nos cargamos de mil y una tareas, aunque ello signifique que no vayamos a llegar con los tiempos y que nos sature dejándonos sin tiempo para lo que realmente nosotros aportamos valor, además de exhaustos para poder hacer el resto de cosas. Delegar es una de las acciones más inteligentes que puedes acometer para que tu negocio fluya y llegue a objetivos. Cada uno es bueno en algo y usted en lo suyo. Nadie puede ocuparse de todo.
Decir NO es saludable: no puede, por mucho que quiere, llegar a todo, así que en la línea del punto anterior, otro paso que debes aprender a dar es a decir NO. Si dice SÍ a todo y coge y coge tareas, es imposible que llegues a realizar las suyas. Así que sea asertivo y aprenda a decir NO cuando realmente no pueda. No es ser antipático, es ser consecuente con tus responsabilidades y realista con las posibilidades.